12 May 2025
¿Para qué sirve conocer el patrimonio neto de una empresa?
Conocer el patrimonio neto es fundamental para conocer la buena salud financiera de una empresa. Gracias a esta magnitud, los potenciales socios podrán tener una mayor claridad sobre la oportunidad que supone invertir recursos en la compañía ya que es más factible saber las posibilidades de éxito en sus planes de sostenibilidad a largo plazo.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
Entre los conceptos más importantes en los ámbitos financiero y contable de una empresa está el del patrimonio neto, ya que es clave para concretar el estado de salud económico de la entidad. Desde un punto de vista formal, el patrimonio neto representa la diferencia entre los activos y pasivos de una compañía, es decir, la relación entre la inversión que han llevado a cabo los propietarios en la empresa y las ganancias retenidas. O, lo que es lo mismo, el patrimonio neto refleja la inversión de los accionistas y es una pieza fundamental del balance de cualquier compañía.
Gracias al patrimonio neto se conoce la solidez financiera real de una organización y, por ello, es un dato imprescindible para los potenciales inversores, dado que les proporciona información sobre la capacidad de la empresa para mantenerse con fortaleza financiera y poder sobreponerse a shocks económicos. También es fundamental para poder evaluar la capacidad de la entidad para asumir riesgos y financiar proyectos futuros.
Cómo calcular el patrimonio neto
El patrimonio neto de una empresa refleja el valor real que tiene una compañía después de descontar todas sus deudas y obligaciones o, en lenguaje más llano, es la diferencia entre los activos (todo lo que posee la empresa) y los pasivos (todo lo que debe la empresa).
Esta magnitud representa los recursos que quedan para los accionistas o propietarios una vez que se han pagado todas las deudas, es decir, que si se tuviera que efectuar la liquidación de la entidad, el patrimonio neto indicaría cuánto recibirían los accionistas o propietarios si todos los activos se vendieran y todas las deudas se pagaran.
Qué elementos conforman el patrimonio neto
Los principales elementos del patrimonio neto son:
- Capital social. Es la cantidad de recursos (tanto financieros como en especie) que los socios de la empresa han aportado para constituir la sociedad. Este capital puede ser en efectivo o en especie (por ejemplo, bienes o servicios). Por regla general, el capital social no cambia a menos que haya una modificación en el número de acciones emitidas o se lleve a cabo una ampliación de capital.
- Reservas. Son los fondos que la empresa ha apartado de las ganancias que ha generado y que no se distribuyen como dividendos a los accionistas. Gracias a las reservas es posible asegurar la estabilidad financiera de la empresa o cubrir posibles pérdidas futuras.
- Resultado del ejercicio. El resultado neto de la empresa es clave para conocer el patrimonio neto de una empresa. Si se producen ganancias el patrimonio neto se incrementa, mientras que si existen pérdidas se reduce.
- Ajustes por cambios en el valor de los activos y pasivos. En ocasiones, ciertos activos o pasivos deben ajustarse a su valor de mercado o contable.
Qué información aporta el patrimonio neto
La principal misión del patrimonio neto es la de aportar información sobre la capacidad de una entidad de poder cumplir con sus obligaciones financieras asegurando, en la medida de lo posible, un crecimiento sostenible a largo plazo. Además, conocer el patrimonio neto aporta la siguiente información sobre una compañía:
- Solvencia. Tener un dato positivo sobre el patrimonio neto positivo indica que la empresa tiene suficientes activos para cubrir sus pasivos. Si el patrimonio neto es negativo, la empresa tiene más deudas que activos, lo que puede ser una señal de riesgo de insolvencia.
- Capacidad para generar ingresos. Las empresas con un patrimonio neto elevado suelen tener una mayor capacidad para obtener financiación externa.
- Valoración de la compañía. El patrimonio neto es útil como base para evaluar la empresa en su conjunto, sobre todo cuando se realizan fusiones o adquisiciones.
- Distribución de dividendos. La sostenibilidad de los dividendos que pueden recibir los accionistas depende en gran medida del patrimonio neto Si el valor del patrimonio neto es positivo, probablemente será factible llevar a cabo una distribución de ganancias sin poner en riesgo la estabilidad financiera de la empresa.
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