Alemania ya tiene nuevo canciller

Se trata de la primera vez en la historia política de Alemania que un candidato no consigue la mayoría absoluta en la primera votación. Un hecho que muestra la debilidad de la coalición formada por la CDU y el partido socialista, que gobernará el país sin una mayoría sólida y con la ultraderecha en auge, con 152 diputados en el Bundestag. Sin embargo, hay motivos para no alarmarse demasiado. En primer lugar, ya se ha aprobado la legislación que marca el cambio de rumbo de la política fiscal alemana, una de las cuestiones más complicadas de la agenda política de Merz. El nuevo gobierno aún tendrá que aprobar nueva legislación para aumentar el gasto, pero la mitad del camino está allanado. Además, la forma de actuar de los parlamentarios díscolos, primero votando en contra para, posteriormente, votar a favor, sugiere que simplemente aprovecharon la oportunidad para hacer un voto de protesta, sin intención alguna de perturbar seriamente el funcionamiento de la nueva coalición. A ello se suma que, a diferencia de la elección del canciller, la mayor parte de la legislación alemana sólo requiere el apoyo de una mayoría simple para ser aprobada. Así pues, incluso con los parlamentarios disidentes en contra, el gobierno de Merz cuenta con mayoría suficiente para sacar adelante los paquetes legislativos, lo que refuerza su capacidad de gobernar.