05 oct 2025

Moscú escala la amenaza híbrida

Las numerosas incursiones de drones rusos en el espacio aéreo europeo han dejado de ser “un posible error”, como lo calificó el presidente Trump, para convertirse en una verdadera provocación.

A la violación del espacio aéreo polaco y rumano, se suma ahora el danés y el estonio, donde se han detectado vuelos de drones y aviones militares rusos. Con ellas, Rusia no busca un choque directo con los miembros de la Alianza Atlántica, pero sí elevar un grado más el conflicto híbrido que, hasta el momento, había consistido en campañas de desinformación, injerencia electoral y ciberataques a infraestructuras básicas. Además, Moscú aprovecha estas acciones para testar los mecanismos de defensa aérea europeos: tiempo de reacción y localización de los sistemas antiaéreos. A la vez, busca poner a prueba la reacción de la Alianza, ahondar en sus divisiones y comprobar, una vez más, las dificultades de la OTAN para dar una respuesta cohesionada a la amenaza a la seguridad que plantea Rusia para el continente. Dinamarca, uno de los países más afectados por los drones, está pidiendo ayuda a Ucrania para abordar la agresión rusa. La UE ya está preparando la creación de un “muro antidrones” en su flanco oriental para frenar las incursiones rusas. Los gobiernos de Bulgaria, las tres repúblicas bálticas, Polonia, Finlandia y Rumanía han acordado, junto con el comisario europeo de defensa, Andrius Kubilius, el establecimiento de capacidades avanzadas de detección, tecnologías de vigilancia, defensa electrónica, radas y sistemas de intercepción. Además, la red de defensa aérea incorporará sistemas de alerta temprana, medios de neutralización de amenazas (inhibidores, fusiles antidrones y armamento cinético). El muro antidrones podría comenzar a estar operativo en el plazo de un año y formará parte de la arquitectura de defensa europea.

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